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miércoles, 30 de marzo de 2016

CERRO MURIANO-VILLAHARTA

     Despues de decidir continuar, tomamos un copioso desayuno en Cerro Muriano, y emprendimos el camino bajo una continua lluvia que nos acompañó hasta la pedania de El Vacar, donde volvimos a reponer fuerzas  con un plato de lomo en manteca en un bar local. Todo el recorrido hasta el pueblo de Villaharta está bien señalizado, y nos sorprende con bonitos paisajes de dehesa. Una vez llegados a Villaharta nos dirijimos al hostal Mirasierra para pasar la noche, allí nos recivió Angel Garcia dueño del hostal, que se convirtió en nuestro apoyo lojístico.

DORMIR: Pension Mirasierra, 14 € por persona

Desde la parroquia de Santa Bárbara, salimos de Cerro Muriano por la acera derecha de la N-432, tramo antiguo, en dirección Badajoz, dejándola a nuestra izquierda. Pronto nos separaremos de ésta frente al cuartel de la Guardia Civil, cruzando la abandonada vía férrea a Almorchón, para caminar a lo largo de la Barriada del Campamento. Desde aquí y hasta Villaharta, nuestro camino coincide con la Cañada Real Soriana y los senderos GR-40 y 48. De nuevo a la altura de la carretera, tras haber cruzado de nuevo la vía del tren, tendremos la opción de marchar paralelos a ella por el andadero situado a la derecha, pasando por delante de la entrada principal de la Base Militar. A 3’5 kms. de la salida llegaremos a las casas de la antigua Estación de Obejo, las cuales quedarán a un lado y a otro de nosotros. A la izquierda, tendremos a la vista el pequeño Embalse del Guadanuño. Dejadas atrás las últimas casas, a unos 500 mts., a la altura de unas instalaciones del Ministerio de Fomento, el camino ha sido cortado por una cancela. Bordeamos la construcción por nuestra derecha, avanzando hacia la carretera, por la que seguiremos por el arcén unos 100 mts. hasta pasarnos a la izquierda al camino señalizado. Nos adentramos ahora en un característico matorral mediterráneo compuesto principalmente por jaras y encinillas, cruzando de vez en cuando los cauces de pequeños regajos, lo que hace que el terreno presente en ocasiones un perfil algo ondulado. Después de 1’5 kms., el aspecto del paisaje cambia radicalmente, pues nos encontramos en el Valle del Guadiato, en su borde oriental. Ahora se abre ante nosotros un terreno adehesado, salpicado de encinas aquí y allá y dedicado a pastizal tanto para el ganado ovino como el vacuno. Pasando bajo el nuevo trazado de la carretera nacional, ésta seguirá a nuestra derecha, incorporándose también ahora el trazado del ferrocarril, que un poco después pasará a nuestra izquierda. Al cabo de 6 kms. desde el paso bajo la carretera nueva, marchando paralelos al trazado antiguo, que quedará a la derecha, alcanzamos el pequeño núcleo de población de El Vacar, pedanía dependiente de Espiel, con el castillo de época musulmana vigilando los caminos que se dirigían tanto a Extremadura como a Castilla, y al que habremos avistado algo más de 1 km. antes de llegar aquí. Continuando la marcha de nuevo junto al trazado antiguo de la carretera, que permanece a nuestra derecha, tomamos el camino que sigue paralelo a ella, observados constantemente por la fortaleza situada en la cumbre que se levanta a la izquierda. Aquí vuelven a aparecer las encinas rodeadas de jaras y otras especies típicas del matorral mediterráneo, señal todo ello de que abandonamos el Valle del Guadiato para volver a internarnos en Sierra Morena. Al igual que desde la salida de Cerro Muriano, continuamos marchando por la Cañada Real Soriana y los senderos GR-40 y 48. Siempre caminando con la carretera de acceso a El Vacar a nuestra derecha, excepto en un pequeño tramo en que lo haremos con ella a la izquierda al haberla cruzado antes a la altura de una urbanización y volver a hacerlo a la llegada a una gasolinera, el camino que traemos alcanza la pista de servicio de la carretera nacional, por la que marcharemos hasta llegar a la Cuesta de la Matanza 4’5 kms. después de la salida desde El Vacar, donde encontramos varios paneles indicativos del Camino de Santiago. A nuestra derecha podremos observar al fondo las Sierras de Obejo. Comenzando el descenso por la antigua carretera, a la derecha surge enseguida un camino señalizado con placas del Camino Mozárabe. En la bajada observaremos la primera fuente de agua ferruginosa, la del Cordel. En 1’5 km. llegaremos hasta la carretera nacional N-432, para pasar por bajo de ésta, también con señalización jacobea, la cual abandonaremos ahora definitivamente, pues nuestro camino se dirigirá a partir de este momento y en la siguiente etapa hacia el noroeste. Después de cruzarla, tendremos a la vista a nuestra izquierda la población de Villaharta, de algo más de 600 habitantes, con sus blancas casas recostadas sobre la falda de la Sierra del Enjambradero y frente a nosotros los Pabellones de S. Isidro, a los cuales nos dirigiremos girando a la derecha y siguiendo la señalización del GR. Al poco, y en una curva, encontramos la segunda fuente, la de Malos Pasos. Marchando por bajo de los mencionados pabellones, en algo más de 500 mts. nos incorporaremos a la pista terriza que se dirige a la derecha hacia Pedrique, lugar donde se halla la casa-museo del escultor Aurelio Teno, siguiendo nosotros por la izquierda y pasando poco después junto a un hermoso crucero de piedra. En otros 500 mts., antes de dar con la carretera (donde veremos el Restaurante “Santa Elisa”, que tiene las llaves de las dos fuentes de aguas ferruginosas que hemos pasado anteriormente) que en ascenso se dirige hasta el pueblo, tomamos un senderito a la derecha, señalizado como GR. Poco después de pasar junto a una casa a nuestra izquierda, cruzamos ahora la carretera y de frente seguimos por un camino entre unas rocas. Al cabo de 2 kms. habremos finalizado la etapa.








Salimos de Cerro Muriano bajo una continua lluvia.

Garita del Campamento Militar.

Carro de Combate.

El campamento cuanta con centenares de carros de combate.

Andres con 15 puntos en la mano.

bonitos paisajes.

Nos recibe la dehesa.

Parte del camino por una carretera fuera de servicio.

La lluvia arrecia.

Buena señalización.

Sierra de Obejo.

Nuestra meta más cerca.

Manantial de agua ferrosa.

Fresquita pero muy desagradable.


Hotel del 4 estrellas en medio del campo.

Crucero a la entrada de Villaharta.

Otra vez la lluvia.

En Villaharta, con su cigüeña.

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